Actualizarse o morir

HOSTELVENDING.com 17/04/2018.- La mayor parte de empresas familiares saben cuán importante es la modernización y la profesionalización del negocio para sobrevivir en el mercado, pero no siempre son conscientes de que cuanto antes empiecen, mejor para la empresa familiar y para su continuidad. El resultado es que hoy en día la baja profesionalización y escasa modernización siguen siendo problemas recurrentes en las empresas familiares del vending a pesar de los beneficios que ambas cosas pueden aportar al negocio familiar.
Uno de los motivos de la baja modernización de las empresas familiares de este sector lo encontramos en el coste económico que conlleva. Aumentar la calidad de los productos y/o renovar las máquinas de vending requiere una importante inversión económica. Asimismo, apostar por las novedades tecnológicas en las máquinas de vending, como la telemetría o los nuevos medios de pago, requiere también un desembolso inicial. No obstante, no hay que olvidar que modernizar el negocio consiste en hacerlo más competitivo y, por tanto, no hay que percibirlo como un gasto, sino como una inversión que tendrá un retorno, en ocasiones inmediato.
Por otro lado, la principal razón que explica la baja profesionalización en el sector son las reticencias de algunas familias empresarias a la hora de contratar a personas que no son de la familia. Esto ocurre especialmente cuando se trata de incorporar personal para ocupar posiciones de responsabilidad o directivas, ya que el hecho de que alguien ajeno a la familia pueda llegar a gestionar el negocio familiar supone una contradicción para la familia empresaria.
Además, las generaciones más mayores, en vistas de su próxima jubilación, suelen ser las más reticentes a apostar por las innovaciones tecnológicas, a contratar nuevos managers o a hacer cambios dentro de la empresa y a, en definitiva, arriesgarse. La suma de todas estas razones provoca que las empresas familiares más conservadoras no lleguen a profesionalizarse y a modernizarse del todo.
Una de las mejores maneras para contrarrestar el problema es aprovechar el momento de relevo generacional para apostar por la profesionalización y la modernización. Aunque lo ideal sería empezar ya desde las generaciones más tempranas a profesionalizar el negocio, cuando esto no haya sucedido, por falta de recursos o por falta de voluntad, la generación sucesora es la que tiene la oportunidad de modernizar y profesionalizar el negocio familiar para garantizar su continuidad. Y, si no dispone de las competencias o conocimientos necesarios para ello, deberá contratar a los mejores profesionales del sector del vending que se pueda permitir el negocio, sean o no de la familia, para hacerlo.
Ricard Agustín es Director de Family Business Solutions,una consultoría especializada en ayudar a las empresas familiares a mantener el éxito a través de las generaciones.














