Adiós al torrefacto: el café gourmet también es para todas las edades

HOSTELVENDING.com 21/03/2018.- Existe el mito de que la subida de los estándares de calidad son únicamente para las nuevas generaciones de consumidores…. ¿pero y si de repente se demostrase que el café de especialidad también puede movilizar al resto de generación?
Es cierto que intentar superar la población que supera los 50 años en España es un desafío muy importante como para tomarlo a la ligera, y desde hace años se lleva escuchando ese viejo mantra de “¡si a mi cliente le gusta el café así! ¿por qué iba a cambiarlo?”.
Casi parece que el torrefacto los cafés de baja calidad requemados son la única solución para fidelizar clientes en la hostelería (algo que parece contradictorio), cuando realmente, lo que fideliza son los bajos precios independientemente del producto. Aunque…. ¿estamos seguro de que esto es así?
Más allá del café de especialidad, las distintas fórmulas de “café gourmet” parecen estar abarcando un rango de edad lo suficientemente amplio como para que deban suscitar el interés por parte de todos los actores involucrados.
De momento, los grandes influencers del café de especialidad alrededor de todo el mundo se mantienen en la franja de edad que va de los 25 a los 39 años, abarcando a todos los millennials y a los miembros más jóvenes de la generación X.
En el caso de EEUU, los datos de la Asociación del Café Estadounidense (NCA) apuntan hacia un crecimiento del 41% al 50% entre el año 2016 y 2017, una cifra más que significativa para tratarse de un periodo de tiempo tan corto.
Esto se debe en parte al crecimiento del consumo de espresso en EEUU, demostrando que la estandarización de nuevos métodos de preparación pueden ser algo revolucionario a la hora de difundir la cultura del café de especialidad.
En el caso de España, quizás debería plantearse una fórmula inversa: crear una mayor predilección hacia los métodos de filtro para conseguir captar nuevos adeptos al café de especialidad. De hecho, las últimas máquinas superautomáticas incluyen la posibilidad de preparar cafés americanos (cuyo ratio café/agua es distinto con respecto al espresso).
Además, el café americano tiene la gran ventaja de que al tratarse de un café mucho más suave, un perfil de taza más complejo y al ser más aromático (algo así como lo que sucede con el té), tiene mayor probabilidad de encantar a los que hace tiempo se pelearon con el amargor característico del torrefacto.
En cualquier caso, los datos son los siguientes: para el público que tiene entre 40 y 59 años, el consumo de un café diario ha aumentado del 36% del año 2016,a un 52% en el año 2017, siendo este el grupo que más ha crecido. Si nos referimos al café de especialidad o gourmet, el consumo ha aumentado del 24% al 39% dentro de este mismo grupo.
¿Pero por qué se toma como referente esta franja de edad para explicar el gusto por el café de especialidad? Sencillamente porque se entiende que la Generación X y Baby Boomers son algo más reacios a los cambios y están más estancados en los viejos hábitos de consumo, siendo este cambio muy sintomático para replantear lo que podría pasar en España si los esfuerzos del sector cafetero apuntasen en esta dirección.
Por lo que respecta a los millennials, su consumo de café de especialidad ya ronda el 50%, con un incremento de 9 puntos con respecto al año anterior. En otras palabras, la mitad de los millennials de EEUU ya están tomando al menos una taza de café de especialidad cada día.
Para los centennials y los últimos millennials (18-24 años) el paradigma ya es diferente… y aunque hay un avance ligero en el consumo de cafés Premium, la realidad es que están lejos de la generación anterior con un consumo de este café que ronda el 36%.
Con la vista puesta en España
Si hasta los estadounidenses más conservadores han cambiado sus hábitos cafeteros… ¿por qué no pueden hacerlo los españoles?
Cono de Paola, barista profesional para el tostador de especialidad Mospresso, asegura que la mejor forma que existe para producir este cambio es educando: “No existe otro método más eficaz que la educación o culturización. Un consejo que siempre damos a nuevos clientes, emprendedores o aficionados al café, es que no podemos cambiar al 100% de las personas, y que tampoco intenten tener la razón absoluta. Es mejor invitar desde la cordialidad a probar el café, sentirlo, reconocer sus sabores”.
Además, De Paola pone como ejemplo cualquier otra especialidad gastronómica: “Cuando vas a comer un chuletón, los expertos en carne diran que el poco echo es el punto idoneo para una carne de calidad, ¿pero qué hacemos con esas personas que les gusta la carne muy echa?, ¿las dejamos de atender?, ¿le sirvo la carne "cruda" porque yo soy el experto?... NO... Lo que aconsejamos es que las personas consuman lo que les gusta sin sacrificar la calidad de nuestro producto y de sus complementos, si quieren la leche muy caliente, calentamos la taza pero no quemamos la leche...”.
De este modo, para la introducción de un café de calidad superior, todo apuntaría hacia la sugerencia: “Al final queremos que las personas aprecien el café, como hacen con el jamón y el vino, pero utilizar métodos extremos, va producir que sean más las personas que se alejan que las que se acerquen”, concluye el barista.
Café Millenials, o cómo dirigir el café a las nuevas generaciones de consumidores














