Educación nutricional, la clave contra la obesidad

AGENCIAS | 29/11/10.- El Instituto Danone impartió el pasado miércoles una Jornada de Nutrición para Médicos de Atención Primaria con el objeto de transmitir hábitos alimentarios saludables a la población. Los trastornos producidos por la obesidad se solucionan a través de la prevención. 
El cambio de los hábitos alimentarios de la población son la clave para conseguir una vida sana. El acto de comer está determinado por múltiples factores que no suelen ser los más adecuados desde un punto de vista funcional. Esta acción está determinada por los gustos, la historia y la tradición, el clima, la influencia familiar, entre otros factores.  
Los gustos alimentarios de los españoles evolucionan conforme lo hace la sociedad. En España los cambios más evidentes, como apuntó la Dra. Consuelo López Nomdedéu, profesora de la escuela Nacional de Sanidad, se evidencian en cómo hemos pasado de una alimentación tradicional, basada en productos de temporada, 
elaborados y consumidos en casa a las comidas informales basadas en alimentos de “servicio” (precocinados o semipreparados), sin horario, con frecuencia fuera de casa y con presencia de muchos alimentos considerados “no esenciales”.
No imponer buenos hábitos alimenticios
La Dra. Pilar Cervera, profesora de Nutrición y Dietética de la Universidad de Barcelona (UB), considera que unos buenos hábitos alimentarios no pueden imponerse y una buena nutrición no debe basarse en un régimen exacto y estricto. 
La dieta debe ser suficiente (y no excesiva), equilibrada (55% de hidratos de carbono, 30% de grasas y 15% de proteínas), variada (conteniendo alimentos de todos los grupos) y adecuada. La ponente se apresura a añadir que cualquiera debe adaptarse a los gustos, las costumbres, las creencias y las posibilidades de cada individuo, ya que comer no debe ser sólo nutrirse.
La doctora Ana Sastre, profesora de la UNED y Vicepresidenta del Instituto Danone, apuntó cómo los cambios sociales y los hábitos de vida cada vez más sedentarios han provocado que en el mundo occidental 1 de cada 3 niños sea obeso. De hecho, las personas desarrollan enfermedades crónicas cardiovasculares o diabetes a una edad más temprana. 
Los tratamientos basados en dietas de restricción alimentaria tienen consecuencias psicológicas como depresión, irritabilidad, trastornos del sueño, alteraciones del humor, obsesiones con el alimento y hasta accesos bulímicos que acaban con un alto número de fracasos.
La propuesta que realiza el Instituto Danone a los profesionales sanitarios y a toda la sociedad, como destaca el profesor Abel Mariné, profesor de Nutrición y Bromatología de la UB, pasa por una adecuada educación alimentaria, en la que deben estar implicados todos los estamentos sociales, la escuela, las administraciones, los medios de comunicación, la industria y los profesionales sanitarios y en la que participen activamente los sujetos. 
Estos esfuerzos se plasman en programas de educación nutricional, que aspiran a generar actitudes y conductas alimentarias positivas para la salud, como por ejemplo el proyecto de ley de Seguridad Alimentaria. En definitiva, las claves para el éxito, en este ámbito, son tiempo y continuidad.
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
        
    
        













