El impuesto que grava las bebidas azucaradas prevé un encarecimiento de hasta 0,12 céntimos por litro, aunque el precio final es aún superior

HOSTELVENDING.com 02/05/2017.- El pasado 1 de mayo entró en vigor la polémica ley en Cataluña con la que se comenzaba a gravar las bebidas azucaradas, una medida que, pese a tener por objetivo extender hábitos de consumo más saludables, ha sido fuertemente criticada por diversos colectivos como la OCU o las asociaciones de hosteleros no solo por tratarse de una iniciativa de dudosa eficacia, sino por repercutir en exclusiva en el consumidor final.
Ahora bien, determinar “cuánto” va a subir exactamente el precio de este tipo de productos es una pregunta de más difícil solución. A priori, la tasa se sitúa en un encarecimiento de 0,08 euros por litro para aquellas bebidas que tengan entre 5 y 8 gramos por cada 100 mililitros; mientras que las bebidas que contengan más azúcar, serán gravadas con 0,12 euros por cada litro. Así, las bebidas más dulces y en formato familiar (2 litros), por ejemplo, podrán percibir una subida en su precio de hasta 24 céntimos. Mientras que las bebidas de 33 centilitros podrían encarecerse 2,4 céntimos si están en el primer tramo, o 4 céntimos si se encuentran en el segundo.
Sin embargo, el asunto no queda aquí ni mucho menos. Rafael Cubasi, presidente de la Asociación Catalana de Vending, explica que aún es necesario tener en cuenta otros factores que pueden provocar que el precio final se encarezca aún más en el caso de las máquinas de distribución automática.
En primer lugar, hay que partir de la base de que tras gravar el impuesto a las bebidas azucaradas, aún seguirá siendo necesario aplicar el 10% de IVA reducido correspondiente al producto. Por otro lado, Cubasi recuerda que este tipo de máquinas no aceptan ni devuelven monedas de 1 y 2 céntimos, lo que obliga a los operadores a redondear los precios de tal forma que el pago sí sea admisible.
Previsión de ventas
El presidente de la ACV no contempla la posibilidad de que con esta nueva medida se vayan a producir pérdidas ni una caída de ventas: “Aunque el impuesto se aplica a las bebidas azucaradas en general, a nivel de consumo es Coca-Cola la principal afectada”. En esta línea, Cubasi estima que los consumidores de Coca-Cola no van a dejar de comprar el producto por unos pocos céntimos.
Ante estos hábitos de consumo, tampoco hay previsión de que la gama de refrescos y bebidas ofertadas en las máquinas expendedoras vaya a variar demasiado, ya que siguen existiendo alternativas como bebidas cero azúcares y light, mientras que el resto de zumos, lácteos y néctares azucarados constituyen una parte marginal de las ventas.














