El uso del Big Data para acelerar la recuperación de la pandemia

HOSTELVENDING.COM 31/12/2020.- Existen tres puntos fundamentales que las empresas deben aplicar al utilizar la información de los clientes de forma eficiente, según manifestó el fundador de Apteco, James Alty.
Apunto de despedir el año, miramos hacia atrás para intentar esclarecer qué herramientas nos pueden servir para enfrentarnos al 2021 de la mejor forma. Al 2020 lo podríamos calificar como el año de los desafíos, de los cambios, pero también de incertidumbre. Para las industrias, han tenido que replantear sus modelos de negocio y buscar vías alternativas para sobrevivir.
En el caso del comercio, en los que se incluye la distribución automática, surge una clara línea divisoria en sus características; los factores que antes del COVID-19 eran una prioridad, a día de hoy puede que ni siquiera se tengan en cuenta. Por mencionar alguno, actualmente uno de los rasgos cruciales para los consumidores es la facilidad de compra y la seguridad de la entrega; y si no, que se lo pregunten a Amazon.
Ahora bien, ¿cómo pueden las empresas impulsar sus negocios sin morir en el intento?, ¿cuál es la vía más “segura” para ellos?
Ya a nadie se le escapa que el futuro de la industria de la alimentación y las bebidas para por la incorporación tecnológica de soluciones a medida. Sin embargo, no siempre es fácil identificar dónde se rentabiliza mejor la inversión.
La respuesta está en el Big Data. Ya lo hemos mencionado en numerosas ocasiones, y a estas afirmaciones se suman profesionales como James Alty, fundador y director de Apteco, que habla de tres pasos fundamentales para aplicar esta herramienta de forma satisfactoria.
Así es, uno de los factores más importante para esa recuperación es el uso de los datos de los clientes y la aplicación de medidas concretas a partir de esa información; extraer una radiografía del perfil de cliente y traducirla en oportunidades.
Identificar los datos del cliente que podrían ser útiles
Lógicamente, cada marca entenderá lo que es mejor para ellos y sus clientes de diferente forma; no existe un dato concreto que sirva a todas las empresas.
Para aproximarse a ese comportamiento del usuario en sus webs, podrían utilizar herramientas como Google Analytics, que les permite identificar el tráfico de visitas y qué contenido genera más movimiento. Se trata de acercarse a los hábitos de los clientes.
En este punto, la compañía deberá analizar su negocio en tercera persona, es decir, meterse en la piel de su consumidor y, a partir de ahí, averiguar qué productos y servicios son los más demandados y cómo hacerlos llegar.
Alty hace mención especial a los períodos de tiempo: con el cambio en las vidas de los ciudadanos; el teletrabajo, las restricciones de movilidad y la dedicación a otras tareas hacen necesario analizar si esta información se puede desglosar para formar perfiles de clientes y averiguar si sería necesario crear servicios en diferentes momentos del día.
Plantear nuevas formas de aprendizaje de esos datos
Incluso la información más básica puede ser invaluable cuando se trata de conocer y comprender mejor el comportamiento –cada vez más cambiante- de los clientes.
Para empezar, la empresa puede utilizar esos datos para segmentar a sus clientes en perfiles según edad, ubicación, hábitos de compra y tipo de conexión con su marca. Todo ello servirá para conducirlos hacia los productos de forma certera y personalizada.
Un factor clave a considerar durante esta época marcada por el COVID-19 son las comparaciones anuales: ¿cómo ha cambiado 2020 para los negocios en comparación con la misma época el año pasado?
Realizado el análisis, es hora de analizar los resultados: Si, por ejemplo, el consumidor realiza compras de menor valor o importe durante este tiempo, podría indicar que se están enfrentando a desafíos económicos, o que no terminan de confiar plenamente en la firma. Es ahí donde tiene que incidir la empresa, en transmitir confianza y seguridad.
Transformar los resultados en acciones reales
El último punto se basa en aplicar esos conocimientos –desglosados y clasificados- en acciones y cambios en el negocio. Se trata de buscar tendencias y grandes transformaciones, afianzadas, en los hábitos de consumo: ¿qué productos funcionan mejor que el mes pasado o qué ventas han aumentado a través de un canal en particular?
Si importante es el presente, también lo es el futuro, crear tendencias que sean efectivas no solo a corto plazo: mirar hacia adelante y usar estos datos combinados con datos año tras año para hacer predicciones.


 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
         
     
        

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