El vending, una aliado para atajar los problemas de Salud Pública

HOSTELVENDING.com 07/12/2017.- Los problemas de Salud Pública van mucho más allá de la alimentación y los altos índices de obesidad. Aunque suelen ser los temas recurrentes para asociarlos a la venta y distribución automáticas, no son los únicos.
Hoy toca hablar en positivo del vending y la salud para mostrar por qué es un canal útil y práctico que puede contribuir no solo a no empeorar una situación, sino también a mejorarla cuando se emplea de manera adecuada o con esta intención.
Es el caso del proyecto puesto en marcha por la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid. Dentro del Plan Integral de Abordaje de los Embarazos No Deseados 2017/2020, el Servicio Madrileño de Salud diseña toda una estrategia para garantizar una vida sexual segura y que combata el problema de los embarazos no deseados y la violencia sexual.
El enfoque de Promoción de la Salud (PS) constituye el encuadre básico y el marco de referencia actual de las intervenciones de los sistemas sanitarios, y es especialmente relevante en la prevención. Y es aquí, en este punto de la prevención, donde entran en jugo las máquinas expendedoras.
No solo hay que educar y trabajar el campo teórico, sino que hay que facilitar y acercar esos método anticonceptivos al público, hacerlos más accesibles y configurar canales que no solo aporten seguridad sino también confianza a los que deben emplearlos.
Para lograr esa cercanía, la Consejería de Salud plantea la necesidad de actualizar el convenio que tiene firmado con el Consorcio Regional de Transporte (Metro Madrid) con el objetivo de ampliar la instalación de máquinas expendedoras de preservativos a bajo precio.
Es un complemento al reparto gratuito que ya se realiza en diferentes puntos de la capital y se dirige a grupos de especial vulnerabilidad y, por supuesto, prima la conveniencia, la facilidad y el anonimato que permite la venta automática, un punto clave para esas personas que no se atreven o por vergüenza no acuden a una farmacia o un supermercado a comprar preservativos.
El Plan intenta no ser un mero escaparate al menos en sus intenciones aunque quizás se queda corto en cuanto a la planificación para llevarlo a cabo. Según los datos que nos aporta la Consejería de Salud, en la actualidad hay instaladas unas 213 máquinas en la red del Consorcio Regional de Transporte y lo que se pretende es llegar a 225 máquinas.
De su diseño del proyecto se desprende que la intención no debe quedarse en aumentar en doce máquinas el número de expendedoras dispuestas a este fin, sino de lograr darles mayor visibilidad y hacerlas más amigables a esos grupo susceptibles de embarazos no deseados, principalmente jóvenes cuyo poder adquisitivo también condiciona el acceso a los preservativos.
Son máquinas cuyo responsable final es la Dirección General de Salud Pública que ya inició esta campaña allá por el año 2008 con la instalación de 150 máquinas en la Comunidad de Madrid. Los preservativos que se venden cuestan un 60% menos que en los establecimientos reglados.
Las expendedoras están instaladas en las zonas de más accesibilidad, visibilidad y frecuencia de tránsito. La instalación de estas máquinas en la red de Metro formaban parte de un proyecto más amplio que abarca otros lugares repartidos por toda la Comunidad de Madrid, como locales municipales, centros comerciales y de ocio, gasolineras, centros de salud, centros cívicos, centros deportivos, casas de la Juventud y campus universitarios, zonas de ocio al aire libre.
La normativa expone que, según los datos del informe 'Hábitos de salud en la población juvenil de la Comunidad de Madrid 2015', durante la última relación sexual un 22 por ciento de los jóvenes de 16 años no utilizaron el preservativo y un 18 por ciento no utilizaron métodos anticonceptivos eficaces.
Según el Informe de Interrupciones Voluntarias del Embarazo notificadas en la Comunidad de Madrid en 2016, se registraron 18.757 Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE). Sanidad detalla que la tasa más elevada de IVE se observó en el grupo de edad de 20-24 años, con un valor de 19,95 por 1.000 mujeres. El porcentaje de mujeres universitarias fue del 20,1 por ciento y el de mujeres carentes de estudios 0,3 por ciento.
Es una iniciativa que visibiliza muy bien la capacidad que tiene el vending para formar parte de soluciones a problemas de Salud Pública concretos si se orienta como un canal apoyado en políticas de promoción concretas. Lo mismo se puede aplicar a otro tipo de ellas, desde la alimentación tantas veces nombrada para criticar el uso de expendedoras, al reparto de test para detectar el VIH como ya sucede en algunos países o para la dispensación de determinados medicamentos.
Las expendedoras, ¿un problema de ocupación de la vía pública?














