La AEPVR denuncia presiones desde el Comisionado de Mercado de Tabacos para poner fin a la huelga en las expendedoras

HOSTELVENDING.com 14/04/2016.- La situación sigue tensándose entre la Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo y el Comisionado de Mercado de Tabacos. El colectivo comenzaba el pasado una huelga con la paralización de 50.000 máquinas expendedoras en protesta por las sanciones impuestas por el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda y la falta de diálogo por parte de sus responsables para poner remedio a un conflicto que lleva varios meses coleando y que afecta a las pequeñas y medianas empresas que componen este sector.
En una nota de prensa, la asociación denunciaba ayer las presiones recibidas por el CMT al que acusan de utilizar a la Guardia Cibil para “poner fin a la huelga”, vulnerando así un derecho fundamental de todos los ciudadanos. Los empresarios advierten de las visitas realizadas por la Benemérita en Comunidades Autónomas como Cataluña, Valencia y Galicia, para chequear la actividad de las máquinas y levantar acta de su estado, a fin de registrar si se cuenta apagada o secundando la huelga.
Según relatan los afectados, la Guardia Civil ha comenzado a informar a los propietarios de las posibles sanciones que puede acarrear tener la máquina parada, multas que pueden llegar hasta los 3.000 amparándose en el Real Decreto 1199/1999 de 9 de julio.
La asociación que integra a estas empresas aclara que en el artículo 42 de dicha normativa se establece que “la venta y circulación de labores de tabaco deberán ir acompañadas de su correspondiente factura… que amparará la circulación del producto y su tenencia en el punto de venta con recargo, durante un plazo de quince días desde su fecha de expedición…”, lo que se traduce en que el tabaco que es comprado en el estanco correspondiente por el propietario del establecimiento debe venderse cada quince días que tiene, según el reglamento, que volver a comprar. En caso de una inspección y contabilización de cajetillas en el interior de la máquina y existir el mismo número que aparece en la última factura, entienden por ende que ese tabaco es ilegal y lo requisan.
Las 50.000 máquinas que se han paralizado con motivo de la huelga iban a permanecer en ese estado durante una semana, por lo que difícilmente podría darse salida al número de cajetillas necesarias para que no fuera requisado.
“Esta situación supondría que en una media de venta quincenal de 490 cajetillas por máquina, se incautarían 245 -la otra parte correspondería a la semana que si estará encendida-, que por un precio medio de venta de 4,40 euros, la confiscación media sería de 1.078 euros por máquina, más la consiguiente sanción que iría de 601,01 euros hasta 3.000 euros”, denuncia el colectivo.
Ante las posibles multas, la AEPVR ha decidido suspender la huelga con el fin de encontrar amparo legal para poder realizarla con todas las garantías, una situación que complica aún más la relación, o falta de la misma, que tienen con el Comisionado, al que siguen solicitando una mesa de negociación para atender las demandas del sector.
La huelga del sector de las expendedoras de tabaco paraliza 50.000 máquinas














