La limpieza de las máquinas, una carta de presentación con importantes deficiencias en el vending

HOSTELVENDING.com 08/11/2016.- Hay muchos factores que influyen en el rendimiento de una expendedora. Siempre se resaltan los más importantes, como la ubicación, la oferta seleccionada de productos, las posibilidades de pago que ofrecen para no perder ningún cliente o la reposición controlada de los artículos.
Y es verdad que son los que a la larga influyen en la fidelización de los clientes y su afluencia periódica a los puntos de venta, sin embargo, hay otros condicionantes que también dejan su granito de arena y que a veces no se les presta la atención suficiente por parte de la empresa operadora.
Hablamos de la imagen y la limpieza de los equipos. Igual que no repetiríamos o incluso abandonaríamos un local en el que no nos limpian la mesa antes de servirnos el pedido o cuyos trabajadores no van suficientemente aseados, una máquina de vending debe presentarse impoluta, además de ofrecer una imagen lo suficientemente agradable, cuidada y moderna para contentar al consumidor más exigente.
En las máquinas de bebidas calientes hay que seguir un estricto protocolo de limpieza y desinfección, tareas que normalmente cumple el reponer o los técnicos y que se exigen de manera periódica para evitar posibles contaminaciones.
Esta labor concienzuda de mantenimiento e higiene muchas veces se pasa por alto en los modelos que dispensan alimentos y bebidas que no están en contacto directo con la máquina, pasando a ser expendedoras que no se limpian nunca. Y cuando decimos nunca, quiere decir ni una sola vez en todo su recorrido.
En el vending público la situación se agrava por la localización de las máquinas a la intemperie y también por el mal uso que hacen los consumidores o los que van de paso, pero en el cautivo también termina siendo un problema porque ni “se le echa cuenta” en la mayoría de los casos.
Las consecuencias son canales llenos de polvo, acumulación de residuos en las bandejas de recogida de producto, vitrinas con las marcas de las manos, etc. Evitar esto forma parte de un buen servicio y muchas veces la empresa operadora no lo asume como tal o no se conciencia lo suficiente.
La limpieza exterior e interior de las máquinas de bebidas frías y snacks debe incluirse en el mismo protocolo que lo hace la máquina de bebidas calientes y observar la misma atención que se le presta a su presentación, ya que es la manera en la que se entra en contacto con el consumidor. Una máquina sucia, poco cuidada e incluso demasiado obsoleta lleva al usuario a plantearse el acceso a otros canales para la compra de un snack, aunque esté protegido por el envoltorio.
La limpieza del exterior y los cristales expositores debe hacerse de manera periódica, así como la trampa de caída y el condensador del compresor. Siempre que se vean residuos limpiar las bases de las bandejas y sinfines así como interiores de las máquinas, eliminando residuos, migas, etc.
Se aconseja para el mantenimiento llevar una hoja de limpieza y seguimiento de cada máquina, así como la elaboración de partes por incidencias determinadas. Una buena presentación de la máquina y la constatación de que se siguen unos protocolos de limpieza de manera asidua es garantía de satisfacción del cliente.














