La transformación del comedor de oficina

HOSTELVENDING.COM 04/02/2022.- Las cocinas desaparecen, el espacio se reduce y se vuelve más funcional; los comedores se automatizan apostando por los beneficios del vending; la comida saludable inunda la oferta y el take away se convierte una vez más en un aliado: así es la nueva concepción de las cantinas de empresas.
Las rutinas laborales y los ambientes de trabajo se han transformado. Si antes de la Covid-19 las oficinas obsoletas y tradicionales mutaban hacia nuevos espacios de trabajo donde las zonas de relax eran cruciales, tras el estallido de la pandemia, el concepto de “entorno laboral” se ha desdibujado.
En el caso de los comedores, fueron los primeros espacios en transformarse ante la urgencia de la pandemia en reducir el contacto y posibles contagios. Y es que, el cierre de las empresas auspició el teletrabajo, un modelo que llegó a nuestro país para quedarse. En la mayoría de empresas, hoy, ese modelo flexible sigue estando vigente, lo que se traduce en la mitad o menos de trabajadores que acuden a la oficina respecto a la época pre-Covid.
Es decir, que si antes se servía una media de 2.000 comidas diarias, actualmente salen en el comedor unos 700 menús, tirando al alza. Este hecho marca un antes y un después en las empresas, a menudo hibridizadas entre el teletrabajo y el modelo tradicional, reconvertidas en coworking o acondicionadas a medio camino entre una opción y otra.
Respecto a los comedores, mucho ha llovido desde entonces: el espacio destinado se ha reducido, el servicio ha quedado completamente automatizado a través de micromarkets, máquinas de vending y servicios de café con más opciones de bebidas y formatos. Otras, aquellas empresas ubicadas en complejos, apuestan por las opciones take away o delivery de las marcas de restauración con la que comparten edificio: Starbucks, Rodilla…
De hecho, esas mismas compañías dedicadas a la restauración son las primeras en readaptar sus espacios para ofrecer un entorno a modo coworking, donde poder trabajar sin tener que ir a la oficina o quedarse siempre en casa; sobre todo Starbucks, una filosofía que lleva aplicado casi desde el principio de su nacimiento.
Ahora, las tendencias de consumo se dirigen a un momento rápido e irse; de estar el menor tiempo posible y volver a casa o fuera del entorno laboral.
En ese caso, las empresas dedicadas a la restauración colectiva y de comedores ha de saber readaptarse para no morir en el intento: pasar de un modelo tradicional a uno más individualizado, con platos preparados envasados y listos para consumir, allí o en cualquier sitio. En esencia, una restauración automatizada que se sirve de las opciones vending para dispensar el producto.
Comedores de oficinas: Los grandes espacios de convivencia se convierten en la mínima expresión, apostando por zonas de relax más reducidas e íntimas con opciones de alimentación automatizada, donde el café se convierte en el mayor protagonista.
Para ir en sintonía con los nuevos modelos de trabajo, que intercalan lo presencial con lo remoto, las empresas ya no necesitan grandes superficies: el centro de este servicio recae ahora en los espacios de venta automática, como son los córners de café y alimentación o los micromarkets, la concepción vending de opciones frescas, saludables y más variadas; en sintonía con las nuevas demandas del usuario final de una oferta más saludable y completa.
Ahora es el propio trabajador quien dirige la oferta de restauración y no la empresa.
A ese cambio de opciones más healthy se suma el afán por la digitalización, lo desatendido y el dinamismo. Antes, el modelo de consumo tradicional se basaba en pequeños y varios momentos de consumo: un café por la mañana, un snack a mediodía y varios platos de menú; ahora, la mayoría se basa en los modelos más neoyorkinos: una opción rápida y toda en uno.














