Las cafeterías universitarias en crisis: ¿futuros espacios de ‘costudying’ con vending?

HOSTELVENDING.COM 01/08/2019.- Alimentarse adecuadamente es clave durante la vida universitaria. Las exigencias de los estudios requieren una nutrición equilibrada. Pero los alumnos y alumnas que pasan muchas horas en los centros universitarios para estudiar, asistir a clases o hacer prácticas han dejado de recurrir masivamente a las cafeterías para comer el menú a mediodía. ¿Qué ha pasado? La crisis económica que ha afectado a tantas familias ha reducido el presupuesto diario para este tipo de ‘extras’, con lo que la solución ha pasado por llevarse el tupper o el bocadillo de casa.
Varios medios de comunicación se han hecho eco recientemente de la crisis de las cafeterías universitarias, un hecho que ha quedado patente en el reciente Foro de compra pública verde universitaria en la UAH (Universidad de Alcalá de Henares), celebrado el junio. Una de las primeras conclusiones del foro es que “el modelo tradicional de cafetería universitaria está en crisis”, apunta Mónica Giménez profesora TUI del Departamento de Economía y Dirección de Empresas de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y miembro del grupo de investigación Compra Pública Verde de la UAH.
“Obviamente la crisis económica tuvo mucho que ver esto, dado que la reducción del poder adquisitivo de muchas familias hizo imposible destinar una parte de su renta a la adquisición diaria de un menú en la cafetería universitaria. Esto supuso el auge de un producto sustitutivo: el tupper. Es decir, la crisis no redujo la necesidad de comer fuera de casa, pero provocó un cambio en el comportamiento del consumidor, que dejó de adquirir el menú de cafetería para traer desde su casa la comida necesaria para pasar el día”, explica la experta.
Este no es un hecho aislado en España sino que se aprecian síntomas muy similares en otros lugares del mundo. En Japón, donde también se ha notado la crisis, se ha avanzado hacia las cafeterías de autoservicio con espacios diáfanos y cómodos donde el estudiante puede descansar o hacer reuniones de trabajo con sus compañeros.
Desde la UAH destacan, además, que los cambios en los planes de estudios que trajo el modelo de Bolonia han supuesto menos horas lectivas y más trabajo autónomo por parte del estudiante fuera del aula. “Lógicamente si la gran masa de usuarios ya no precisa estar mañana y tarde en la universidad puede comer en casa antes o después de su horario lectivo”, apunta Mónica Giménez.
Así, muchos estudiantes no usan ya las cafeterías para comer pero sí recurren a las máquinas de vending para tomar un café a media mañana o un tentempié en mitad de la tarde durante las prácticas de laboratorio.
Queda añadir un motivo más relacionado con la cafetería. “El espacio que antaño era lugar de reunión para terminar trabajos, intercambiar apuntes y compartir algo con los compañeros ha visto cómo las redes sociales han ido relegando su función facilitando que todo se haga a golpe de un click desde el ordenador de casa o desde el propio teléfono móvil”, apuntan desde la UAH.
“La cafetería sigue respondiendo a una serie de necesidades de los colectivos universitarios: debe ser un espacio para el descanso, para la convivencia de todos los grupos de usuarios, para la realización de reuniones no formales… y por supuesto ofrecer opciones de refrigerio y alimentación. Pero además puede sumarse a los propios objetivos universitarios de formación y transmisión a la sociedad, convirtiéndose en un espacio informativo y de sensibilización sobre la importancia que tiene aquello que consumimos sobre nuestra salud, sobre los productores y el propio medio ambiente. ¿Por qué no convertir a la cafetería en una extensión de aquello que no siempre hay tiempo de contar en las aulas pero que es de vital importancia para todos los individuos?”, reflexiona Mónica Giménez. En este sentido las universidades pueden ser pioneras en muchos aspectos, entre ellos en el de un vending sostenible y saludable.
¿Por qué no convertir las cafeterías obsoletas en espacios de coworking/costudying donde el alumno pueda experimentar las últimas novedades en restauración automática, apostando sobre todo por las que tiendan a lo sostenible y saludable?
En algunas universidades, el cambio de la cafetería atendida por máquinas expendedoras ha generado polémica. Pero no hay que dejarse llevar por las apariencias. El hecho de que un servicio sea ‘unattended’ no significa que no emplee personas. Nos lo contaba así Pascual Martínez López, ex propietario de DEMAS vending, que en su día puso máquinas de restauración automática en el comedor de la Universidad de Málaga: “Era como un restaurante automático, lo que provocó la protesta del comité de empresa, porque nos decían que con las máquinas quitábamos puestos de trabajo. Les dije que estaban muy equivocados y les invité a visitar mi empresa. Vinieron cuatro personas a verlas y les enseñamos todo, empezando por la zona de catering, que era como un quirófano perfectamente limpio. Teníamos un equipo de ocho o diez personas elaborando bocadillos, bollería… Visitaron el taller de reparaciones, donde estaban todos los mecánicos, otras ocho o diez personas, más todos los ruteros que hacían las reposiciones. Me pidieron perdón por haber insinuado que había quitado puestos de trabajo porque no era así”.
El plan Bolonia, con todas sus ventajas, ha traído también un descontrol horario muy grande. Andrea Mallou, alumna de Turismo en la Facultad Jovellanos de Gijón realizó un estudio con alumnos de la Escuela Politécnica de Ingeniería, de Marina Civil, de Enfermería y de Ciencias Sociales, todos del campus de Gijón de la Universidad de Oviedo. El 65% de los encuestados dijo llevar el tupper de casa, un 25 por ciento acudir a comer a la cafetería y uno de cada diez compraba alimentos preparados o precocinados del supermercado. Es evidente de que los alumnos y alumnas quieren comer saludable.
Es decir, si se plantea una restauración automática saludable, más económica que el clásico comedor y disponible las 24 horas en espacios agradables, todo parece indicar que tendría una buena respuesta.
Además, hay que recordar que desde que se puso en marcha la Red Española de Universidades Saludables, la oferta en comedores, cafeterías y también en las máquinas expendedoras que se reparten por los diferentes campus de los centros adheridos ha cambiado notablemente. A eso se suman las normativas de las diferentes comunidades autónomas que desarrollan la estrategia NAOS también para las universidades.














