Las copias de llaves se instalan en la nube y se recogen en las expendedoras

HOSTELVENDING.com 19/05/2014.- ¿Quién no se ha dejado alguna vez la llave dentro de casa y ha tenido que llamar al seguro o, lo que es peor, a un cerrajero y desembolsar una buena cantidad de dinero para cambiar la cerradura? Los menos previsores que no dejan copia de sus llaves a un vecino o un familiar saben a lo que nos referimos y como no son pocos los que se integran en este grupo, la siguiente solución es una gran alternativa.
Una vez más, el vending une negocio tradicional y tecnología para poner en la calle una máquina que ofrece un servicio bastante útil según las circunstancias. Se trata de una expendedora de copia de llaves. Ya se pueden ver proyectos de este tipo en las calles de países como Estados Unidos, pero ahora la novedad reside en que la copia queda alojada en la nube para su utilización en cualquier momento que se necesite.
Hasta ahora, las expendedoras de este tipo existentes daban la posibilidad de realizar la copia y poco más. La creada por KeyMe ofrece esta opción pero también su recuperación en caso de pérdida u olvido.
Para hacer uso del sistema es necesario abrir una cuenta y realizar una toma de imagen del original. Es esta copia virtual la que se almacena en un servidor y a la que se accede desde la máquina para obtener una llave física en cualquier equipo que integra la red. En tan solo unos minutos se puede disponer de ella sin más esfuerzo que localizar una máquina en la calle.
Un duplicado normal cuesta entre 3 y 6 dólares, mientras que una réplica de la llave desde la imagen digital ronda los 20 dólares, una cantidad bastante más reducida que llamar a un cerrajero.
Estos quioscos automáticos llevan en marcha en Estados Unidos alrededor de ocho meses, tiempo en el que se han duplicado 10.000 llaves en las cinco expendedoras instaladas, máquinas que se alojan en grandes tiendas comerciales y centros de compras.
La seguridad es una característica clave para este tipo de sistemas, ya que es fundamental para la confianza del consumidor. Para ello, los equipos incorporan un sistema de verificación biométrico que reconoce la huella dactilar del cliente para acceder a su cuenta personal.
Además, las máquinas en sí no almacenan ningún tipo de información personal de los clientes por lo que no se vincula ninguna llave a datos como el nombre o la dirección, una información que está encriptada y se aloja en la nube.
Desde luego es una iniciativa novedosa y aunque el estilo es muy americano, puede ser un modelo de negocio interesante en otros mercados.














