Leche fresca y temperatura del agua ideal: el combo ganador en las superautomáticas

HOSTELVENDING.COM 27/01/2021.- Una de las características más innovadoras de la máquinas automáticas de Rheavendors Apliven es el uso de la tecnología de inducción Varitherm, que calienta la leche fresca al vapor y permite la temperatura concreta para cada ingrediente. El sistema, al no inyectar vapor en la leche, permite que las bebidas no se diluyan ya que el calentamiento es indirecto.
Si hay una tendencia que llegó para quedarse en el mundo del vending y del OCS, esa es la de la leche fresca. Si importante el tipo de café o el agua que utilizamos para el resultado final del producto, no lo es menos otro componente que, además, encontramos asiduamente en este preparado caliente: la leche. Dentro de las nuevas corrientes puristas que han elevado el café a una bebida de culto, premium,es casi una norma ya emplear leche fresca por delante de leche uperizada, UHT.
Respecto a la tendencia, las compañías fabricantes han perfeccionado su tecnología a lo largo de estos años para ofrecer diferentes métodos que, además de ofrecer leche fresca, promete una temperatura ideal para su espuma; al tiempo que supone una solución más eficiente energéticamente.
Tal es el caso de superautomáticas de Rheavendors Apliven, y la ya galardonada Fresh Milk Machine, que a través de tecnología de inducción, ofrece cappuccinos y bebidas en las que la leche fresca es el elemento prtagonista.
En concreto, se trata de la tecnología de inducción Varitherm, que calienta la leche fresca al vapor. El sistema, al no inyectar vapor en la leche, permite que las bebidas no se diluyan ya que el calentamiento es indirecto.
Se trata de un sistema de auto-ajuste de temperatura que adapta la temperatura del agua a la receta de la bebida concreta seleccionada, puesto que diferentes molidos requieren distintas temperaturas de agua.
Lo mismo ocurre con la espuma de la leche para el capuccino o para el café con leche. La solución se encarga de esos pequeños detalles que son la diferencia entre una taza de café aceptable y una perfecta.
Así, el sistema ofrece la temperatura ideal para los diferentes ingredientes que participan en la taza de café del consumidor: espuma de la leche, cuya temperatura idónea son unos 76ºC; espresso, a 92ºC y la leche, a 80ºC.
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
                    
                
        













