Menos sal, más compromiso

HOSTELVENDING.com 17/12/2015.- Desde que en el año 2010 el Ministerio de Sanidad pusiera en marcha el plan para la reducción del consumo de sal en el marco de la Estrategia NAOS como medida para luchar contra la hipertensión, la industria alimentaria ha dado importantes pasos para colaborar con productos cada vez con menos sodio. No se ha alcanzado el 20% que se perseguía para el periodo 2010-2014 y aunque los niveles analizados, según latos del propio Ministerio, se han quedado muy cerca, hay que ser más ambiciosos.
A través de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, el Ministerio de Sanidad ha firmado un nuevo convenio con la Asociación de Fabricantes de Aperitivos con el objetivo de reducir un 5% extra el contenido medio de sal tanto en patatas fritas como en los snacks, un propósito que tiene los cinco próximos años de plazo.
Controlar los contenidos de sal en la oferta alimentaria es esencial para alcanzar esos 5 gramos diarios de ingesta de sal, que es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud y otras autoridades alimentarias en base a la evidencia científica. En nuestro país casi doblamos esa cantidad, situándose en 9,8 gramos de sal al día, cantidad que con los datos aportados por AECOSAN no ha logrado reducirse en estos años.
Sin embargo, la colaboración voluntaria por parte de las empresas fabricantes de aperitivos sí está dejando su impronta. En estos casi cinco años de trabajo, se han alcanzado reducciones de un 18% de sal en patatas fritas y un 13% en snacks para mejorar el perfil nutricional de estos productos, situándose el aporte de este tipo de productos a la ingesta total de sal en menos del 2%.
La Asociación de Fabricantes se ha comprometido también a adoptar una metodología de monitorización, toma y recogida de muestras, así como en el análisis de sal de los productos a través del estudio de la información nutricional contenida en la etiqueta de los alimentos seleccionados. Asimismo, la Aecosan podrá evaluar los resultados.
No solo hay que revisar los contenidos de sodio de estos alimentos. En línea con las políticas impulsadas desde la OMS y la Unión Europea a través de las recomendaciones establecidas por el ‘High Level Group on Nutrition and Physical Activity’, en la Aecosan se considera prioritario la reducción de otros nutrientes. En base a la evidencia científica, también es necesario reducir el consumo de grasas y azucares añadidos para alcanzar niveles razonables y compatibles con una mejora de la salud de la población.
Lejos de desarrollar una legislación más restrictiva en este sentido, las actuaciones se dirigen a ampliar los acuerdos adquiridos de forma voluntaria desde los diferentes sectores industriales, una adhesión que se produce de manera paulatina pero con más lentitud de lo que requieren los hábitos de alimentación actuales entre la población española.
Hace algo más de un año, el Centro Tecnológico AINIA publicaba un artículo en el que se hacía referencia a los procesos de reducción de sal y azúcar en los snacks, una práctica que según diversos estudios no influyen “en la viscosidad de la masa fundida, excepto cuando se eliminan completamente estos dos ingredientes de la formulación del alimento, así como tampoco en la fuerza para fracturar los productos generados”.
“Por tanto, es posible disminuir las concentraciones de sal y azúcar en los productos generados a partir de los procesos de extrusión, manteniendo la calidad y textura de los snacks y, por tanto, la aceptación por parte del consumidor final. Tal y como afirma el equipo investigador en la revista Foodnavigator.com: La sal y el azúcar tienen un efecto sinérgico sobre la energía del procesado, la expansión y la resistencia mecánica”, señalaba en un artículo Josep martínez, marketing intelligence de AINIA.














