Piero Lazzari: “Dejar de vender bebidas azucaradas en las escuelas de secundaria es una distorsión de la competencia porque se aplica sólo al vending”


HOSTELVENDING.com 12/09/2017.- “La iniciativa de UNESDA para dejar de vender bebidas azucaradas en las escuelas de secundaria en los 28 países de la Unión Europea es una distorsión del mercado y de la competencia porque esta restricción sólo afecta al suministro de dispensadores automáticos, manteniendo inalterada la posibilidad de comprar productos en bares o supermercados”, denuncia Piero Lazzari, presidente de CONFIDA, asociación italiana de la distribución automática.
La asociación comparte la necesidad de implementar estrategias efectivas para contrarrestar la obesidad, particularmente en la población infantil. De hecho, CONFIDA, al igual que otras asociaciones que representan a las industrias de alimentos y bebidas, en 2007 se incorporó al programa Ganar la salud: tomar decisiones saludables fáciles, con su propio código de autoabastecimiento en las escuelas primarias y en 2015, con motivo de la Expo Milano, que compartía los compromisos del Protocolo firmado con el Ministerio de Salud, para mejorar las características nutricionales de los productos alimenticios, incluyendo bebidas no alcohólicas, con énfasis en la población infantil (entre 3 y 12 años).
La Asociación subraya que los distribuidores del vending italiano han realizado importantes inversiones y esfuerzos organizativos para gestionar una oferta cada vez más amplia, variada y personalizada en relación con las diferentes necesidades nutricionales de los consumidores. En particular, han creado programas específicos de educación para el consumo y una gama de productos de máquinas expendedoras dirigidos a niños que representa una apuesta en el ámbito nítida por el ámbito escolar.
Lazzari remarca que por estas razones la decisión de UNESDA sobre abstenerse de vender bebidas azucaradas sólo en las escuelas está tomada “unilateralmente” y “sin una intervención de una educación nutricional en las familias, que tienen un papel decisivo en la nutrición de los niños y, sobre todo, sin alterar la venta de bebidas azucaradas en todos los demás canales de distribución (supermercados, bares, restaurantes, etc)”. Por esto, según el presidente, “lo que sería una iniciativa con un beneficio real, crea un daño grave a un sector dinámico y de servicios, como la distribución automática, en beneficio de otros canales de ventas para los que las industrias de bebidas no se han comprometido”.














