Placer sin remordimientos con productos saludables y deliciosos

HOSTELVENDING.COM 07/08/2019.- Hablamos a menudo de la implantación de productos saludables en máquinas expendedoras y en restauración automática, pero no pocas veces se tiende a asociar este tipo de alternativas a una opción menos sabrosa o aburrida. La marca Milola lleva nueve años demostrando que salud y sabor pueden ir de la mano.
Milola está especializada en pastelería y repostería sin alérgenos, sana y nutritiva, pero que no renuncia en ningún momento a dar placer al paladar. Básicamente, “indulgencia sin remordimientos, apta para todos”, resumen desde la marca.
Todos los productos de Milola están libres de gluten, lácteos, azúcar refinado, grasas hidrogenadas, colorantes, ingredientes genéticamente modificados, maíz, aceite de palma… “Hemos eliminado todo aquello que el consumidor del siglo XXI ya no quiere y lo hemos sustituido por lo que nos exige: harinas integrales (sorgo, mijo, teff, trigo sarraceno, arroz, tapioca), aceite de coco, agave, azúcar integral de caña, semillas de chía, de amapola, especias, opciones veganas, paleo…”, explica David Fitó, socio fundador de Milola.
“Buscamos que una cookie de naranja, almendra y cardamomo sepa precisamente a eso –añade– y que la cantidad de azúcar a la que estamos acostumbrados no anule por completo nuestras papilas gustativas, sin permitirnos disfrutar de cada uno de los sabores”.
Esta marca trabaja con clientes internacionales con Selfridges Londres, Pyrennees Andorra, Coffee Fellows Luxemburgo, Rivera Gourmet Switzerland o Glutibox Germany. Entre sus clientes en España está el Corte Inglés Club Gourmet, hoteles de cinco estrellas Gran Lujo como el Gran Hotel Ibiza, Sofía, AC Resort Baqueira, Miramar y Arts (con quienes han participado en el catering para varios Mobile World Congress, Campeonato de F1 y Moto GP de Montmeló), además de pastelerías tradicionales como Canal o Sauleda.
Milola ofrece, en definitiva, una solución idónea a la creciente demanda de un consumidor cada día más crítico, exigente y que lo quiere todo. “Un consumidor que cada vez se preocupa más por su salud, pero que no acepta renunciar al placer de la comida. Si bien es cierto que nos encontramos ante un proceso de cambio de nuestros hábitos de consumo muy profundo, también lo es que tenemos una oportunidad extraordinaria para diferenciarnos, fidelizar a nuestros clientes habituales y abrirle la puerta a este nuevo consumidor”, subraya Fitó, que destaca, además, que las cookies vienen envueltas en flow-pack, “con lo el consumidor se puede olvidar de la contaminación cruzada”.















