Prohibir las bebidas azucaradas en las expendedoras para frenar la obesidad

HOSTELVENDING.com 22/10/2015.- A pesar de que como muchos expertos afirman no hay alimento sano como tal sino dietas equilibradas, parece que hay algo más de consenso a la hora de identificar productos menos sanos y entre ellos las bebidas azucaradas pugnan con la bollería industrial por ocupar el primer lugar de esta “lista negra”.
Los refrescos están en el punto de mira de gobiernos y organismos para la protección de la salud llegando al extremo de querer eliminarlos de la oferta. No han llegado a tanto en Seúl, pero empiezan a señalar el camino para lograrlo y han elegido su eliminación de las máquinas de vending como medida para frenar su consumo y luchar así contra los problemas de obesidad de su población.
Esta semana, el Gobierno Metropolitano de Seúl anunciaba su intención de restringir las ventas de refrescos en los espacios públicos a partir de noviembre, iniciativa destinada a mejorar la salud de sus ciudadanos y que complementa la tomada hace algo más de un año con la prohibición de su venta en los centros escolares, una medida que ya hemos visto adoptar en otros países.
Llama la atención que se identifique expresamente el vending como canal afectado por esta nueva política de salud pública que eliminará las bebidas refrescantes azucaradas del más de medio millar de máquinas instaladas en los 240 edificios y oficinas públicas que se reparten por la ciudad.
El objetivo es claro y para dar ejemplo, las gestionadas por la propia administración pública serán las primeras en someterse a esta “limpieza” que además propone la transformación de la oferta con la inclusión de opciones más saludables y la puesta en marcha de una campaña informativa a través de señales y carteles que alerten sobre los peligros que tiene para la salud la ingesta excesiva de azúcar, animando a los consumidores a sustituir los refrescos por agua.
En este caso se atiende a la salud pero no a las consecuencias que puede tener sobre las empresas fabricantes o incluso sobre los operadores de vending que acogen con recelo la prohibición.














