Sistema de seguridad contra alunizajes en tu almacén o fábrica

La firma Segurizate tiene el siguiente lema "Quien entra, no sale". Para ello ha creado una solución eficaz y competitiva para evitar los "alunizajes" y los delitos en los que no existe rotura de lunas o cristales, bien sea en comercios, naves industriales, oficinas, domicilios particulares, etc.
Para logra este objetivo, Segurizate ofrece una solución integrada que protege la zona exterior (cristales, escaparates, ventanas) con una folio de seguridad para los cristales y la interior con un nebulizador de niebla activa.
Opcionalmente, ambos sistemas pueden interconectarse también a una alarma tradicional.
Un ejemplo sirve para entender cómo funciona este mecanismo.
Una perfumería, un concesionario de coches o una farmacia, sufren un "alunizaje". Si este negocio cuenta con la protección de Segurizate, los cristales que previamente existían se han transformado, adhiriendo un folio transparente en la cara interior del mismo, en cristales de seguridad (nivel de resistencia A1, según DIN 52 290 o P2a según EN 356), de manera tal que el exterior queda protegido.
El folio contiene unos finísimos hilos de plata que actúan de sensores, de forma que en el momento en que reciben un impacto, activan el nebulizador que se encuentra en el interior del local.
A partir de esta señal, comienza a sonar la alarma y el nebulizador dispara una densa niebla, de tal manera que la tienda se convierte en un espacio impenetrable en el que no es posible distinguir nada ni orientarse.
La niebla permanece en el local un mínimo de 50 minutos (se puede programar en el tiempo), con una densidad constante que anula completamente la visibilidad (incluso con las ventanas o escaparates rotos), y que disuaden de entrar a cualquier asaltante hasta que llegue la ayuda externa.
Cuando el nebulizador se detiene y la niebla desaparece, lo hace sin dejar olor, rastro de suciedad, ni ocasionar ningún desperfecto en los objetos, muebles, plantas, alimentos, paredes, equipos electrónicos, etc.
La densa cortina de niebla generada por el nebulizador actúa como medida disuasoria para cualquier atracador, a la vez que protege el local de cualquier otro acto de vandalismo, mientras llegan las fuerzas del orden público.














