Vasos en vending: ¿reutilizables o de un solo uso?

HOSTELVENDING.COM 12/06/2020.- Pese a que los vasos de un solo uso constituyen hoy una garantía de que la bebida es totalmente segura y cada vez más se fomenta su uso, lo cierto es que aún se mantiene en el sector la discusión de desechable frente a reutilizable, puesto que la problemática de la sostenibilidad impera en el mundo de la distribución automática.
La controversia está servida. Los vasos de un solo uso han originado desde siempre un fuerte debate por parte de la industria y los organismos gubernamentales. Muy criticados hasta hace unos meses, su uso empezó a fomentarse una vez estalló la alarma social del Covid-19: actualmente suponen una garantía de que el consumo es seguro, puesto que las soluciones con productos de un solo uso están pensadas para ser empleadas en contextos en los que, debido, por ejemplo, a motivos higiénicos, laborales u otros, no es posible la utilización de recipientes reutilizables, como tazas de café del propio usuario.
No obstante, se mantiene en el sector la discusión un solo uso frente a reutilizable, puesto que el tema de la sostenibilidad figura también aquí en los primeros puestos de la agenda. Esta discusión se promueve también a través de la propia Directiva de la UE sobre productos de plástico de un solo uso.
La reutilización se impone
El avance de la Unión Europea es un reflejo de los nuevos hábitos y valoraciones de sus ciudadanos. Una tendencia que, lógicamente, también se vislumbra en el sector del vending: existe una fuerte tendencia a los envases reutilizables, fomentando así el compromiso ecológico.
Actualmente, encontramos numerosas iniciativas en torno al uso de los vasos reutilizables: vemos multitud de establecimientos como cafeterías, oficinas y otros segmentos que promueven esta práctica ofreciendo a cambio bonus (rebajas, promociones, puntos…).
Interrogantes en el aire
También hay que tener en cuenta que trasladar estas ideas en vending supone enfrentarse a nuevos desafíos que pasan por introducir funciones especiales en las máquinas expendedoras, para hacer posible el llenado de una taza propia; así como sistemas de devolución que recojan esos vasos una vez usados. A todo ello se suma otras cuestiones como los procesos de fabricación, logística y eliminación de recursos invertidos en los envases reutilizables y el consumo energético que genera.
Y, teniendo presente la situación que atravesamos actualmente, donde la prevención, la higiene y la seguridad son primordiales: ¿se puede garantizar que los vasos no resulten contaminantes?, ¿colisiona esta práctica medio ambiental con las recomendaciones de las autoridades?


 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
                    
                 
         
     
        

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