¿Vending de productos frescos o vending saludable?

HOSTELVENDING.com 07/05/2015.- A veces los términos que se emplean para definir una tendencia u otra varían en pequeños matices, particularidades que ponen el límite entre sinónimos y conceptos que en teoría son muy similares pero que en la práctica presentan importantes diferencias.
En este punto y ante la utilización constante que nosotros mismos hacemos de palabras como “vending sano o saludable”, no está de más ver algunas diferencias, por ejemplo, con el vending de productos frescos, una tendencia también en auge que no necesariamente se tiene que identificar con una oferta equilibrada.
La venta y distribución automáticas hace tiempo que dejaron de estar representadas por las máquinas de café y snacks. La introducción de productos no alimentarios y la diversidad de estos han permitido que se diseñen líneas de venta muy variadas.
En el caso de los productos frescos, hace algo más de siete años, las máquinas capaces de conservar y expender estos productos apenas llegaban al 8%, mientras que el pasado año alcanzaban el 14% del total de expendedoras en servicio, según datos aportados por Isaac Guerra de GPE Vendors, un fabricante que en su momento apostó de manera decidida por esta modalidad.
La evolución es evidente y en base a la nueva propuesta alimentaria que permitía este vending de productos frescos, más cerca de la comida casera y los alimentos servidos por los propios productores al público, y también a la mayor preocupación de los consumidores por una dieta equilibrada ahora además podemos hablar de “vending saludable”.
No todo el vending de productos frescos es saludable o se puede calificar como tal teniendo en cuenta la dieta del consumidor, aunque esté mucho más cerca de esta propuesta que de la oferta básica de snacks hipercalóricos que ha definido el mercado del vending por muchos años.
La leche, el pan, incluso el vino, son productos frescos que se han introducido en las máquinas y que todavía buscan su lugar y su rentabilidad en los canales de venta. Los platos preparados y los de mínimo procesamiento, estilo ensaladas o fruta cortada, componen un gran segundo grupo de productos que por su variedad no se pueden calificar por sí mismos como “sanos” por lo que es necesario irse a sus etiquetas para la correcta definición.
Es importante partir de esta premisa a la hora de clasificar y fomentar unos productos u otros en según qué espacios y mucho más si se quiere construir en torno al vending una cultura alimentaria propia, como se ha podido ver durante estos días en el desarrollo de Venditalia, junto a TuttoFood y bajo el lema de la Exposición Universal: Alimentar el planeta, energía para la vida.
A la hora de fijarnos en el tipo de equipos que los fabricantes han desarrollado para dar cabida a estas propuestas de venta, se unifican ciertos criterios, como la necesidad de una temperatura mínima para la conservación, el empleo de técnicas y mecanismos más precisos a la hora de servir los productos o incluso e la forma en la que se presentan visualmente.
Este tipo de máquinas sigue ganando terreno en el vending nacional y lo vemos reflejado en las estadísticas que aporta PVA de manera trimestral, pero también en las propuestas y novedades que presentan las marcas en las ferias comerciales.
Vending sano y vending de productos frescos concurren juntos pero sin confundirse, aunque siguen encontrando importantes trabas en su desarrollo.














