…y lo que también echamos en falta en la feria de Milán

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HOSTELVENDING.com 12/06/2018.- Sin lugar a dudas, la feria del vending de Milán nos dejó una experiencia completa para todos los agentes involucrados en la industria de la distribución automática y del OCS en Europa, aunque aún echamos en falta varios aspectos que habrían mejorado la visita.

Más vending saludable

Si la pasada edición de Vendibérica fue un despliegue de vending saludable al celebrarse de forma conjunta con Fruit Atraction, Venditalia no ha sabido coger el relevo y continuar con las últimas demandas del consumidor.

Las opciones estrictamente saludables tenían un papel testimonial en la feria, con una ausencia casi absoluta de fruta, verduras y alternativas saludables a las bebidas azucaradas (a excepción del agua).

Únicamente las máquinas de dispensing (más enfocadas al sector Horeca y OCS) parecían atender a este usuario preocupado por su salud, en tanto que el vending sigue aferrado a los términos de rentabilidad económica que le impiden dar un impulso a su oferta hacia algo que nutricionalmente sea más equilibrado.

Esperamos que poco a poco nuevos fabricantes de alimentos saludables se vayan sumando a la inclusión de formatos específicos para las expendedoras.

Más conferencias para el mercado internacional

Venditalia es uno de los eventos del vending con mayor afluencia internacional, y sin embargo no supo canalizar a este público internacional hacia un ciclo de conferencias que pueda ser considerado para todos los públicos.

Todas las charlas se realizaron en lengua italiana y ninguna contó con traductores al inglés o a otros idiomas impidiendo así su difusión a pesar de abordar temas de interés general, como puede ser la situación del café en el mercado actual, los medios de pago o la sostenibilidad.

Por su parte, los expositores del ámbito internacional tampoco se animaron organizando charlas con las que sorprender a los visitantes, lo que puso todo el peso sobre las compañías italianas.

La noche de gala... sin pena ni gloria

El punto más débil de toda la organización de Venditalia fue la noche de gala que tuvo lugar el viernes día 8. Entre los mayores inconvenientes de la gala destacan la ubicación escogida, que quedaba a la periferia de Milán (con difícil acceso), y la austeridad y parquedad de la velada, que a pesar de ser tranquila y amena, pasó más bien desapercibida.